miércoles, abril 10, 2013

5.3.1. División en registros.

Para una mejor aproximación al programa iconográfico de la pintura mural de Santullano dividiremos su estudio en tres zonas o tramos: la del zócalo, la central y la de ventanas.
sección longitudinal de los muros decorados, según Magín Berenguer (©Lorenzo Arias)
1. Zócalo:  El primer tramo es el más austero de todos y está compuesto por un zócalo a nivel de piso, que es una franja de dibujos geométricos que llega hasta la altura de los pilares y que se extiende por todo el templo menos en los ábsides. Su revestimiento pictórico se encuentra en muy precario estado de conservación, a excepción de los restos de las paredes norte y sur del transepto. Este soporte imita un revestimiento de fábrica en el que se reproducen incrustaciones de mármol o crustae policromadas, decoraciones de rectángulos alternando con bandas y meandros de color rojo y negro, así como cuadrados con un perfil rojo. Alternativamente, se aprecian fajas alargadas en color amarillo oro. Encima del zócalo hay una imitación de cornisa con módulos y sobre ella réplicas de revestimientos de mármoles, que sólo se encuentran en las naves laterales.
Intradós decorado de la ventana sur del transepto
(©Lorenzo Arias)

Los pilares de las arquerías de la nave central estarían integrados en este primer nivel, igualmente estucados y revestidos con una decoración pictórica que se ha perdido en su totalidad. Las pilastras correspondientes al transepto, en el sector de la cabecera tripartita, conservan una gran riqueza decorativa. Están realizadas a base de imitaciones de mármol, con estriado en color rojo, y se encuentran adornadas con pinturas que simulan acanaladuras, así como de imitaciones de columnas. Respecto a la arquería, en la totalidad de las roscas de sus arcos se han dispuesto medallones o círculos enfilados y en cada arranque de los intradoses se ven vasos de cuenca gallonada, cráteras o jarrones de los que arrancan tiras vegetales, haces de hojas dispuestas en espiga, de variados y ricos colores, que se unen en las claves de los arcos. Decoración común en todo el templo. En las enjutas de los arcos, al modo clásico, también se dispusieron medallones. 
edificio del muro occidental de la nave central (©Lorenzo Arias)

2. Registro central: El muro de encima se ordenó en dos registros con arquitecturas ilusionistas de viejo tipo pompeyano. Así, el segundo tramo, o zona central de pinturas está situado inmediatamente encima del zócalo y es un friso con  una extensa decoración de representaciones arquitectónicas. En su parte inferior, se imita una cornisa policromada. El friso de la zona central nos ofrece un registro de marcos arquitectónicos, con una sucesión de edificios ensamblados, alternativamente, por perspectivas arquitectónicas, como la lineal tridimensional normal (trompe-l'oiel), la bidimensional y la inversa, que separa las líneas de fuga en lugar de hacerlas converger hacia el fondo. Éstos edificios están dotados de columnas decoradas con capiteles corintios y pilastras estriadas adosadas a las mismas. En el interior del marco arquitectónico, se representan cortinajes recogidos, en ambos lados de las pilastras, que nos descubren un amplio repertorio de pequeñas edificaciones. La excepción a esta distribución se encuentra en las paredes norte y sur del transepto y en la pared oeste de la nave central, ya que la disponibilidad e mayor espacio en sus paredes permitió reproducir grandes edificios que semejan palacios. En sus peculiaridades, difieren de los correspondientes de la zona central con dos columnas con capiteles corintios que flanquean el marco arquitectónico, rematado por un entablamento, y el correspondiente frontón. Tienen, igualmente, grandes cortinajes, recogidos a ambos lados, que descubren una espléndida edificación. En el muro occidental del transepto, se ha representado un recuadro con un motivo ornamental compuesto por una red de círculos entrelazados, similar al representado en la pared occidental de la nave central
Vaso floral, nivel superior de la pared occidental (©Lorenzo Arias)

3. Tramo de las ventanas: El tercer tramo, o la zona superior, las ventanas alternan con los rectángulos pintados, contiene representaciones arquitectónicas de palacios y cuadros con cortinajes, las cuales se repiten de forma alternativa. En unos, en su zona central a modo de patio, se ha situado un estilizado árbol y, en la parte superior, un vaso del que surge una guirnalda con flores. En su parte central, la estructura está rematada con un frontón, y a ambos lados, se encuentran sendos huecos alargados con cortinajes recogidos hacia un lateral. En conjunto queda flanqueado por columnas con capiteles corintios. Otro tipo de representación palaciega está enmarcado por sendas columnas sobre las que se asienta un frontón, estando dos de sus columnas centrales rematadas por un arco de medio punto. Otra de las edificaciones está flanqueada por columnas con capiteles de tradición corintia y rematada por un entablamento superior y un frontón, el cual encierra una ventana con un arco de medio punto. Prácticamente, el sector central del marco está cubierto por el despliegue de una cortina de color amarillo oro; a ambos extremos de la misma, y entre las columnas, se encuentran sendos jarrones de cuello delgado. De ambos, surgen plantas con esquematizadas hojas de color y flores con hojas más pequeñas. Se reproducen, así mismo, unos cuadros con cortinajes desplegados en su totalidad, y otros recogidos en forma de pliegues y sostenidos por colgaduras. En los lugares donde no hay ventanas reales, se pintan a cada lado grandes rectángulos apaisados con telas colgantes recogidas y jarrones laterales con flores.  


Destaca de forma especial, en este nivel superior, la representación de la cruz de la Anastasis, la Vera Cruz. Ésta se encuentra reproducida cuatro veces, una por cada pared transversal del interior del templo: los dos muros interiores del transepto (oriental y occidental) y los dos correspondientes a la nave central. La cruz carece de pie y se encuentra reproducida bajo un arco decorado con óvalos apuntados, simulando piedras preciosas y perlas. Dicho arco descansa sobre dos columnas de similares características que las de los marcos arquitectónicos ya descritos de la zona central. En todo el conjunto predomina un color amarillo oro. En la cruz, aparecen representados el Alpha y la Omega apocalípticos. Sus brazos están rematados, en sus extremos, por formas redondeadas. En su parte inferior, a ambos lados, se colocan sendos edificios que simbolizan a Belén y Jerusalén, con una puerta de acceso lateral y tres huecos rematados con arcos de medio punto, de los cuales penden cortinajes recogidos hacia uno de los lados. 


Friso continuo de modillones (©Lorenzo Arias)
Por encima de este último nivel y recorriendo todo el perímetro de la parte alta de las paredes (si bien en la actualidad se conserva, solamente, en las paredes oriental y occidental de la nave central), está representado un friso continuo de modillones con perspectiva en "espina de pez". Asimismo, en los frontones occidental y oriental de la nave central y en los extremos del crucero, se conserva aún, por encima de este friso, un conjunto decorativamente policromado de vasos situados encima de pedestales, de los que surgen hojas con diversas formas de flores y ramas en representación esquematizada, que ocupan el espacio que dejan las vertientes de la techumbre. 


CID PRIEGO, C. (1995). Arte Prerrománico de la Monarquïa Asturiana. Oviedo: Grupo Editorial asturiano. Págs.124-129
ARIAS, L. (1993). Prerrománico asturiano: el arte de la Monarquía Asturiana. Gijón: Ediciones Trea, S.L. Págs.61-70
BANGO, I.G. (dir.). (1996). Arte Medieval I. Madrid: Ediproyectos Europeos. Pág. 82.
falta referencia bibliográfica de fotocopias. págs. 24-32
NÚÑEZ R., M. (1988). Las claves del arte bizantino y prerrománico.Barcelona: Editorial Ariel, S. A. págs. 58-59
YARZA, J. (1981). Arte y arquitectura en España. Madrid: Ediciones Cátedra, S. A. Págs. 50-51