martes, abril 09, 2013

5.3.2. Adaptaciones y variaciones del programa iconográfico en cada muro.

Motivo de red de círculos entrelazados (©Lorenzo Arias)
El muro occidental, el de la puerta de entrada, presenta cambios. El zócalo es igual al ya descrito, pero encima de la puerta hay un gran rectángulo decorado con una red de círculos entrelazados. A la derecha y a la izquierda de éste, hay dos grandes composiciones que abarcan la altura desde el nivel de las impostas de los pilares hasta la base del friso de las ventanas. Estas composiciones representan las conocidas embocaduras arquitectónicas y edificios con cortinas recogidas. Es una composición rica y complicada, con columnas laterales que tienen ornamentación helicoidal. Por encima de este programa, encontramos el tercer nivel, que es la continuación del cuerpo de las ventanas, sólo que aquí en el muro occidental no hay ventanas reales. Aquí se pintan a cada lado grandes rectángulos apaisados, telas colgantes recogidas y jarrones laterales con flores. En en cento del muro, en el eje de simetria vertical de la puerta, hay un rico arco sobre columnas decoradas que enmarca el dibujo de la cruz latina, que se repite quatro veces en los muros transversales. Finalmente, en el triángulo del muro bajo las vertientes de la cubierta, se representan tres jarrones de boca ancha, en central mayor, de los que salen largos y curvilíneos tallos. Composición que se repite en todos los frontones de la iglesia.

El muro Este de la nave central, frontero al descrito, tiene una adaptación de éste forzada por el hueco del gran arco triunfal. El frontón y la zona alta son iguales, pero abajo a cada lado, sólo queda lugar para dos paneles de edificios pequeños.

Muro occidental del transepto (©Lorenzo Arias)
La cara opuesta es la pared occidental de la nave transversal. En la zona alta se repite la cruz en el centro y la alternancia de edificios con atrio y de cortinas echadas, siete compartimientos en total. Pero el muro es más ancho que el frontero de los ábsides, ya que abarca toda la iglesia, por lo que abajo sigue un friso de edificios pequeños y una franja inferior de círculos menudos.

El muro opuesto contiene las embocaduras de los ábsides. Los arcos de éstos lucen el decorado de círculos alternados rojos y negros que se repiten en todos los del templo, así como las estrías de los pilares; en las enjutas hay grandes círculos concéntricos amarillos, negros y rojos. Sobre este sistema corre el friso de edificios pequeños y encima una composición con cruz central flanqueada de atrios y cortinas alternadas con los huecos de las ventanas. 

Pinturas del hastial Norte del crucero.
Dibujo de Magín Berenguer (© Nieto Alcaide)
El muro sur de la nave transversal se organiza en tres calles. En las laterales se superponen el zócalo, tres composiciones de ricas arquitecturas con columnas salomónicas, frontones, unas adinteladas y las más altas con arcos que tienen cortinas recogidas y edificios pequeños, el sistema tan repetido en todo el templo. En la calle central hay dos huecos, abajo la puerta adintelada y encima la gran ventana. Junto a la puerta no se conservan las pinturas, pero la ventana las tiene subrayando su estructura: dos pilastras con estrías, fustes sogueados y capiteles de acanto. El arco luce los discos negros y rojos y en las enjutas otros grandes y concéntricos. En el frontón los tres jarrones con tallos.

El muro norte frontero presenta una disposición casi idéntica. Las calles laterales repiten el zócalo y los tres pisos de arquitecturas y edificios, y el frontón lleva los jarrones con largos tallos curvados y flores, que se apoyan en una cornisa con modillones figurada en perspectiva. En la calle central hay cambios porque contiene los huecos de las dos puertas de acceso al departamento y a la tribuna; en la gran superficie que hay encima se repitió pintada la ventana el lado Sur, de las mismas dimensiones y una celosía de color rojo y finos calados.

CID PRIEGO, C. (1995). Arte Prerrománico de la Monarquia Asturiana. Oviedo: Grupo Editorial Asturiano. Págs. 125-127
ARIAS, L. (1993). Prerrománico asturiano: el arte de la Monarquía Asturiana. Gijón: Ediciones Trea, S.L. Págs.61-70