Hasta
la ilustración la transformación estaba en función de las
necesidades de cada época la valoración del patrimonio altomedieval
la inicio Jovellanos en 1790 con una aproximación científica “acuña
el termino de Arquitectura Asturiana incluye en ella algunos
edificios románicos, con errores como las cubiertas de madera por
ignorar saber hacer bóvedas y no llega a detectar la decoración de
sus pavimentos”. También señalara el criterio de restauración
para recuperar la imagen original de monumento a través de la unidad
de los estilos. Será decisiva para conseguir durante el siglo XIX la
tutela de los edificios (comisión Provincial de Monumentos) con
intervenciones urgentes para evitar la ruina. Ademas de una
legislación para subsanar la perdida del patrimonio que protegerá
los monumentos y marcara las pautas para restaurarlos. Con la
institución de Carlos IV se pone de manifiesto que “todo tipo de
bienes inmuebles y muebles reputados por antiguos, ya sean Púnicos,
Romanos, Cristianos, Godos, Arabes o de la Baja Edad”.
Con
la “restauración Estilística” de Viollet-Le-Duc donde se
suprimirán los añadidos posteriores para llevar el monumento a su
unidad estilística original como se hará en Santullano. La
corriente romántica busca el estado ideal, que en su origen tuvo el
monumento se proyectaran varios dibujos y propuestas de
restauración.
Recurso propio: Samira Tala López
HEVIA BLANCO, J.(Comp). (1997). La Intervención en la arquitectura asturiana. pág. 25