El
concepto platónico de unir partes separadas según las leyes de la
naturaleza aparece ya simbolizado en el canon, a través del número
y los esquemas geométricos. Éste toma como modelo al hombre,
llegando a idealizarlo como centro del cosmos. Así el cuerpo humano
se presenta como perfección y módulo de la propia naturaleza que
nos recuerda la frase Anthropos
anthropo daimonion (El
hombre es un dios para el hombre) que acaba por incluirse en la
fórmula inmortal de Protágoras "El hombre es la medida de
todas las cosas, de las que son mientras son y de las que no son
mientras no son". Así lo entendió el arquitecto romano Marco
Vitruvio Polion cuando escribió su trascendental obra De
architectura libri decem,
donde habla de la simetría y la proporción como criterios decisivos
a tener en cuenta por los arquitectos en el momento de la
construcción de los templos, puesto que: "no puede ningún
edificio estar bien compuesto sin la simetría y proporción, como lo
es un cuerpo humano bien formado".
Hombre en el centro del universo. Liber Divinorum Operum Códice de Santa Hildegarda, s. XIII. (Autor: desconocido.) |
En
las construcciones de Alfonso II es significativa la figura del
arquitecto Tioda, por cuanto podía ser la cabeza directiva como lo
fue Fidias en tiempos de Pericles, de ahí la armonía de los
sistemas estructurales, estéticos y técnicos.
Las
edificaciones de la Arquitectura Asturiana se caracterizan por la
plena integración de las partes en el tramado arquitectónico. Como
fondo permanece una concepción del "espacio arquitectónico"
reducido a geometría y perspectiva, herencia de la armonía
platónica; un espacio reducido a estructura y proporción, también,
herencia final de la praxis vitruviana. Según recientes estudios, el
componente de la triada vitruviana de la utilitas,(utilidad)
de la firmitas (solidez)
y de la venustas (belleza)
se encuentran plenamente integrados en la estructura arquitectónica
asturiana. Así,
recientes estudios otorgan a ésta arquitectura un amplio conjunto de
significados:
1) Se
presentan como unitarias encerrando un gran efecto de homogeneidad, a
la vez que en su conjunto se encuentran interrelacionadas y sujetas
al principio de symetria. Esto responde a una cuestión de
proporciones que poseen en sí mismas la capacidad de construir el
espacio arquitectónico, articulando las formas geométricas
características en la Arquitectura Asturiana.
2)
Configuran un orden que responde a unas estrictas normas de
modulación arquitectónica. Como resultado se obtienen unas formas
determinadas gracias al principio modular base.
3)
Las edificaciones de la arquitectura altomedieval
asturiana están regidas por un sentido de medida,
respondiendo a unos principios de unidad metrológica basados en la
necesidad de todas sus partes y en la configuración volumétrica de
sus dimensiones.
4)
Individualización de una tipología edificatoria, heredera de la
experiencia arquitectónica que transformará sus soluciones, según
la tradición y la introducción de nuevos elementos locales. La
metodología de los constructores medievales asturianos, entre los
siglos IX y X, evoluciona progresivamente hacia una construcción
racionalmente concebida, consolidándose un exacto y preciso sistema
arquitectónico canónico.
En la arquitectura de Santullano y dentro de su complejidad constructiva, prevalece el empleo de los métodos denominados de la geometría fabrorum, es decir la geometría del compás (circinus), de la escuadra (norma) y de la regla (regula), de las figuras geométricas como elementos básicos de composición. Este sistema establece una combinación de carácter métrico y modular, siendo el concepto de módulo (modulus) una entidad numérica geométrica con una función estética. Entendiéndose así la relación proporcional que permite la conexión de un elemento aislado con el conjunto con la intención de obtener un equilibrio de las formas, en la que es posible la repetición o sucesión basada en una ley racional o geométrica a la vez que permite la repetición rítmica de las formas arquitectónicas.
Los instrumentos empleados originariamente en el trazado proporcional de la Iglesia de Santullano, por lo tanto, son de dos tipos. Uno de carácter métrico, basado en el uso de un patrón metrológico de medidas y unidades numéricas, múltiplos entre sí que hacen posible la coordinación en las dimensiones. Siendo básica, su utilización, tanto en planta como en alzado, en cuanto al trazado regulador de las proporciones. Ésta, proporciona un bloque unitario de armonía edificatoria, en línea con el más genuino principio vitruviano, al que hacíamos mención anteriormente. Se trata de conmensurar entre sí los diversos elementos arquitectónicos de un edificio, estableciendo entre ellos relaciones numéricas que serán contrastadas con una unidad de medida base. Las dimensiones deberán ser submúltiplos del total y la unidad métrica módulo, definirá el conjunto de detalles estructurales para introducir una uniformidad común a las dimensiones de su arquitectura. El módulo se entiende, de este modo, como un elemento de armonía y parámetro que permite la multiplicidad de relaciones entre los diversos elementos arquitectónicos.
ARIAS PARAMOS, L. (2008). Geometría y proporción en la Arquitectura Prerrománica Asturiana. Inst. de Historia Consejo Superior de Investigaciones cientificas. Madrid. Págs. 17-18
CID PRIEGO, C. (1995). Arte prerrománico de la Monarquía Asturiana. Oviedo: Grupo Editorial Asturiano. Pág. 11
CID PRIEGO, C. (1995). Arte prerrománico de la Monarquía Asturiana. Oviedo: Grupo Editorial Asturiano. Pág. 11
HERNÁNDEZ GONZALEZ, R. (2002). “Interpretaciones y especulaciones acerca del concepto vitruviano del homo ad circulum y ad quadrtaum”. Bellas Artes. Revista de Artes Plásticas, Estética, Diseño e Imagen. Núm. 0. Servicio de publicaciones Universidad de La Laguna. La Laguna. Págs. 81-99.