San
Julián de los Prados es una iglesia basilical, de carácter
monástico, formada por tres naves longitudinales con transepto y
cabecera tripartita. Sus dimensión total es de 40 metros de
largo por 26 metros de ancho y está considerada como la mayor
construcción cristiana hasta el año 1000.
Imagen planta iglesia (Autor: © Lorenzo Arias) |
La
cabecera está formada por tres ábsides en batería. Como
particularidad, podemos diferenciar que en vez de corresponder la
anchura de las tres ábsides con la de las tres naves, la amplitud
del ábside central es más estrecha y por lo tanto, no encontramos
una alineación con las naves. Este efecto en el exterior hace
que se aprecie más la separación de los volúmenes de la cabecera y
transepto. Apreciamos
una clara diferenciación y jerarquización del espacio sagrado que
estaría próximo al altar y es considerado el lugar más
santificado. Se encuentra aislado del fiel común mediante cortinajes
o algún elemento de similar función.
En
cuanto a la proyección del crucero, podemos destacar que se
acudieron a esquemas compositivos previamente resueltos, como los
arcos del triunfo o las puertas de las ciudades y para el trazado del
parámetro occidental, pudieron utilizarse los esquemas compositivos
de las fachadas laterales de los puentes romanos. Podemos decir
que el crucero de la iglesia de Santullano, constituye la primera
solución conocida de la arquitectura asturiana en la que se integra
la tribuna real en el edificio religioso y esto originó, además de
la organización del espacio arquitectónico, la elevación notoria
de la nave respecto al crucero.
La
importancia del transepto no solo la podemos apreciar en planta, sino
también en el alzado ya que se proyecta a mayor altura que las
naves. Al norte y sur de éste, hallamos dos cámaras divididas
en dos pisos y a los pies de éstos, un pórtico sencillo de forma
rectangular. Estas cámaras no forman parte del transepto ya que
están aisladas. No se puede definir claramente su función,
pero cabe la posibilidad que la cámara del norte tuviera una
tribuna real y que se accediera a ella desde el exterior. Y de este
modo el rey accedía a la parte sagrada que era reservada al clero.
La
nave central destaca sobre las dos laterales ya que esta es de
mayor amplitud. En la fachada principal de la iglesia
encontramos un pórtico que da acceso al interior, creando un eje
longitudinal con la capilla axial.
Fachada principal (Autor: Magnus) |
Fachada oriental (Autor: Ángel María Felicísimo) |
CID PRIEGO, C. (1995). Arte Prerrománico de la Monarquía Asturiana. Oviedo: Gea & Gómez-Tabanera, págs: 117-120.
NIETO ALCAIDE, V. (1989). Prerrománico asturiano. Salinas: Ayalga Ediciones. Págs: 48-50.
NIETO ALCAIDE, V. (1989). Prerrománico asturiano. Salinas: Ayalga Ediciones. Págs: 48-50.